EL TEST DE LA RATA

Pasos para que tu rata se convierta en Hamster: ELTEST DE LA RATA

Queridas amigas, este post va dirigido para aquellas hermanas que hayan elegido rata o aquellas que estén a punto de elegir objetivo ratil, siempre y cuando hayan elegido el maromo que mencionamos en el punto 3 del post “Como elegir a una buena Rata”.

Si estáis en el principio de una relación en la que todavía las miserables de las feromonas siguen haciendo efecto y veis a la rata como un hombre perfecto; DESPERTAD AMIGAS.

Este post también es valido para aquellas que tengan a su maromo de 3 días a punto de caramelo. Ya sabéis, mujeres en ese punto de la relación en la que todavía la rata “os tiene que conquistar” día a día para pillar cacho por la noche... Los muy idiotas llegan al final del día agotados de tanto pensar en la reconquista del día y al final os van a durar 3 empujones mal dados, os aviso. En ese caso mezclarle Energisil o algún compuesto vitamínico por las mañanas para poder evitar ese bochorno nocturno. [A ver si vamos a estar aquí depilándonos cual huevo duro para que al final oigamos la maldita frase “esto no me había pasado nunca”. “Ahá… que parte no te había pasado nunca, la de los 3 minutos de sexo o la de los 15 convenciéndome de que me vas a hacer una lista de mujeres con las que NO te ha pasado?” ]

En conclusión, para aquellas amigas que lleven de media 3 días con su maromo y todavía no sabrían decirnos si el maromo elegido es una rata rastrera o un hámster común, aquí os dejamos unos sencillos pero útiles consejos para hacerle lo que llamaremos a partir de ahora como “El Test de la Rata”

El Test de la Rata consiste básicamente en valorar a vuestra rata en una serie de sencillas actividades comunes a desarrollar por el espécimen-rata. Al igual que en los laboratorios de las mas prestigiosas universidades, utilizaremos a estos individuos para valorar si son de inteligencia suficiente como para que nosotras, al final del test, entremos a deliberar si la asquerosa rata en cuestión todavía esta a tiempo de convertirse en un adorable hámster.

Como cualquier test de laboratorio, la rata se somete a ciertas pruebas. En nuestro caso, en lugar de meterlas por un laberinto hecho de cartón-piedra para que se electrocute o encuentre un queso (aunque algunas se podrían electrocutar desde ese momento), les pondremos a desarrollar actividades cotidianas entre los humanos a ver de qué son capaces de hacer las pobres mongolas.

[NOTA: Para valorarlas, os aconsejamos desde aquí que os hagáis una tabla con las acciones de la rata a realizar (a la izquierda) y una hueco (a la derecha) en la que pondréis una cruz (o no) dependiendo de si el espécimen ha pasado con éxito las pruebas.]

Aquellas ratas que NO cumplan el objetivo de mínimas cruces en nuestra hoja de valoración, las castigaremos como método de prevención ante la próxima desafortunada que se encuentre a la misma rata, para más tarde abandonarla sin pudor.

Prueba 1: La cocina:

En esta primera prueba deberíais entrar a valorar cómo el personaje va a alimentaros de por vida. Para ello deberá haber un proceso de investigación en la cocina y sus alrededores. Por ejemplo, en la nevera: ésta deberá estar llena de alimentos nutritivos y lo mas básicos posibles. Es decir, huid de aquellos que tengan una cajita de Findus que ponga “Calentar y listo” o cualquier alimento que se mezcle con no-se-que-liquido asqueroso y de repente te salga un pollo asado de la nada. Miedo. Eso quiere decir que no va a emplear ni un minuto de su miserable existencia para aprender a alimentaros como dios manda y que, por lo tanto, si seguís la relación, la rata esperará pacientemente a que te hagas dueña de la cocina dada tu desesperación absoluta a cenar todos los días pizzas de la Casa Tarradellas. Ahí os habrán engañado amigas. NO a estos maromos.

Castigo de la rata: Calcetín sucio en la boca.

Prueba 2: Regalos

En esta prueba es donde entraremos a comprobar hasta que punto podemos fingir una sonrisa mientras te dices para ti misma “pues casi mejor me quedo con el papel de regalo, cabronazo”. Es aquí donde sabes cuánto te quiere tu maromo por la pasta y el interés que le va a dedicar a tu regalo. Evitaremos aquellos maromos que te regalan zapatos de 20euros o un collar de macarrones que curiosamente pone “para mamá” en uno de ellos.

Tendremos especial cuidado con las ratas que nos usan como presa de lo que se llama “el regalo boomerang”. Un regalo boomerang es aquel que tu rata te regala esperando usarlo él, por ejemplo: unas pesas de 30kgs cada una, una Play Station3 con su nombre grabado en ella o 2 entradas para ver la final de la Champions… Huid ante tales especímenes. Aunque si por casualidad, antes de abandonarle cual sucia rata, coincide con SU cumpleaños, entonces deberéis pagarle con la misma moneda y regalarle cosas como un tratamiento completo de cara en un Spa, la subscripción de los próximos 5 años a la revista Vogue o…, que coño, unos tacones de aguja de tu talla, que le den por culo.

Castigo de la rata: Calzoncillo sucio en la boca

Prueba 3: Familia

Cuidado amigas. Aquí hay que hacer mucho hincapié. Solo hay 2 palabras que nos den más miedo que ver a Belén Esteban hablar de cultura internacional: LA SUEGRA.

Nos centraremos en ese bicho malicioso, pecado de dios y maligno por naturaleza que lo único que va a provocar va a ser conflicto tras conflicto en tu relación de por vida.

La mayoría de las suegras se caracterizan sobre todo por ser protectoras y posesivas con su retoño. Cualidad que aprovecharán para hacerte un escáner de arriba abajo cada vez que entres por la puerta de su casa (eso se distingue muy bien ya que suelen levantar la ceja hasta que toca con la nuca). La madre de la rata se involucrara en la relación lo que vuestra rata les permita.

Nunca, y repito nunca, cambiarán de opinión respecto a ti. Una vez les hayas caído mal su única obsesión será poner a tu rata en contra tuya cueste lo que cueste. De este modo, si estás invitada a comer SOSPECHA. Sospecha que la muy asquerosa pondrá una fabada cargadita en pleno verano para que te pongas azul antes de tirarte un gas delante de la familia. Cuidado con decir “que bueno esta todo” porque sea cual sea el plato que hayas comido, te lo pondrá una… y otra… y otra vez, hasta que desarrolles una intolerancia al plato en cuestión y a la cocinera de turno que te va a hacer desayunar Almax el resto de tu vida.

Los peores especimenes: Aquellos que le dan la razón a su madre constantemente o en su defecto la nombran continuamente (“pues mi madre dice esto…, pues esto lo sabe hacer muy bien mi madre..”), aquellas ratas cuya madre sea su mejor amiga (“voy a llamar a mi madre a ver que haría ella en estos casos, es taaan lista..”), aquellas ratas que te comparan con su madre todo el tiempo (“la cena está muy rica, aunque mi madre hace las croquetas con setas, no con jamón, y están deliciosas, como le salen!..”). Arghhhh….Fuera con estos personajes.

Castigo de la rata: lamer el pie de un mendigo

Prueba 4: Los amigos

Una rata se valora a la perfección cuando conoces a sus amigotes.

-Los frikis: son aquellos amigo-ratas que llaman a tu maromo para echar durante 6 horas seguidas la partida final del “Rayo de la Muerte 5.0” en la Play Station. Partida en la que en la final se jugarán el premio de “Master(subnormal) del Universo” y que concluirá con las 6 películas de la Guerra de las Galaxias en versión extendida (y con comentarios del realizador, del productor y del chico de los cafés!! Yuhuuu!). Alguno de esos subnormales incluso puede tener la brillante idea de “llama a tu novia y que se una”. Vamos a ver…, esa gente no empatiza, sino dirían “vete con tu novia e invítala a cenar aun sitio bonito y caro, pagamos entre todos”.

-Los trogloditas: son esas ratas alrededor de tu maromo que sólo tienen una idea metida en la cabeza: Ver el futbol. Intercambiable fácilmente por ver a Fernando Alonso dar como un gilipollas las mismas 50 vueltas sobre un circuito o ver a Nadal pegarle a las pelotitas durante 3 horas mientras las ratas dicen eso de “Vamos Rafaaa…!” Y todo eso tienen que hacerlo todos los subnormales juntos, en el mismo recinto, mientras comen la mitad de lo que se llevan a la mano y beben y eructan cual eslavón perdido de la cadena evolutiva.

Castigo de la rata: comerse calzoncillos con palominos

Bien amigas, para aquellas que sigais perdidas incluso con este blog os daremos más pistas con el tiempo. NO hay que olvidar que las ratas se camuflan bien entre el resto de los animales, pero aqui estamos nosotras para descubrirlos y darles SÓLO lo que se merecen: calcetín sucio en la boca.

Reina de Corazones